Antes de la llegada de los conquistadores, el pueblo mapuche ocupaba una enorme franja de territorio que alcanzaba desde el río Limarí en el norte a
Los que vivían al norte del río Bío Bío sucumbieron ante la dominación española y fueron rápidamente asimilados dentro del sistema de encomienda impuesto por la corona.
En el sur, por el contrario, los mapuche resistieron ferozmente al dominio y a finales del siglo XVI habían expulsado a los españoles de
Una campaña militar de 30 años para anexar el territorio acabó en 1883 con la subyugación de los mapuche. Los habitantes fueron finalmente confinados en unas 3.000 reducciones comunales, con una extensión total de unas
Al lado de las comunidades, los propietarios privados acumularon grandes latifundios, que fueron consiguiendo mediante la subasta de terrenos públicos. Entre 1931 y 1971, unas 832 comunidades fueron divididas y mucha de la tierra se vendió o pasó a manos de personas no indígenas de otros lugares, lo que supuso para los mapuche una pérdida de otras
La política de dividir tierras indígenas en parcelas individuales tuvo su apogeo durante el régimen militar (1973-1990), cuando unas 2.000 comunidades mapuche se vieron afectadas. La vida de los mapuche rurales se empobreció aún más, y muchos emigraron a las ciudades.
Con el regreso del régimen democrático en 1990, el Estado Chileno crea
Estas iniciativas gubernamentales de reforma fueron insuficientes para mitigar los efectos negativos del desarrollo económico sobre las comunidades mapuche. Durante los noventa, las tierras mapuche se vieron profundamente afectadas por la expansión de las inversiones forestales, los proyectos hidroeléctricos y la construcción de carreteras. Se calcula que, en el año 2000, 1,5 millones de hectáreas del territorio ancestral mapuche habían sido sembradas con pinos y eucaliptos comerciales.
Sólo dos compañías chilenas, Mininco y Arauco, acumulaban más de un millón de hectáreas de bosques exóticos, la mayoría de los cuales rodeaban comunidades mapuche. Los miembros de las comunidades se opusieron firmemente a la invasión de las compañías forestales. Se quejaron de que las plantaciones de pinos secaban sus recursos acuíferos, erosionaban el suelo y bloqueaban la luz del sol necesaria para sostener la rica vegetación de los bosques nativos de que dependen los mapuche para sus necesidades medicinales y rituales.
Desde inicio de los noventa, las comunidades y los grupos políticos mapuche han intentado atraer la atención nacional e internacional a su causa y presionar para que les devuelvan las tierras que les han arrebatado ilegítimamente el Estado Chileno, las empresas forestales y los dueños de fundos de la zona. Las actividades de protesta han ido desde las manifestaciones pacífica tradicionales—como marchas, huelgas de hambre y ocupaciones de edificios públicos— a actos en los que se ha usado la fuerza, como cortes de carreteras, ocupación de tierras disputadas, tala de árboles, incendio de casas patronales, bosques y cultivos y el sabotaje de maquinaria y equipo agrícola.
En respuesta, las compañías forestales denunciaron a los líderes mapuche ante los tribunales, contrataron guardias armados para proteger sus plantaciones e instalaciones, mientras el Estado chileno dio paso a la ocupación militar en territorio mapuche, además de iniciar una persecución contra los mapuche y no mapuche que apoyen la liberación de dicha etnia.
ES POR ESO, QUE ANTE ESTOS HECHOS, CONSIDERAMOS COMPLETAMENTE JUSTA Y LEGITIMA
¡¡¡¡MARRICHIWEU!!!!
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